El General José de San Martín, nuestro libertador!

Cerró sus ojos por última vez un 17 de Agosto y culminó un ciclo único lleno de sueños y realidades. Cautivados, abrimos nuestros ojos y sabemos que después de 170 años, ese espíritu sigue caminando a nuestro lado como amigo, padre, líder y ejemplo a imitar.

Son muchas las personas que hoy contagian su motivación y salen a la calle a difundir con pasión su historia, su legado, su compromiso, su amor, su alegría entre las personas.

Es que su arribo al país en 1812, fue desconcertante para las Provincias Unidas de Río de La Plata: un General de alto rango militar con más de 20 años al servicio de la corona española, pronunciándose; ahora sí, en contra de sus antiguas autoridades. ¿Por qué? Por querer luchar, defender, escuchar, colaborar y soñar con su tierra natal.

Ahora veamos que ocurría en Mendoza…

Al oeste de la República Argentina y mimetizada con la cordillera de Los Andes, precisamente donde emergen sus más altos picos; se encuentra la provincia de Mendoza, en la Región de Cuyo, en el semi desierto Argentino. Y ¿qué relación tiene este lugar con San Martín? Básicamente toda!

Hoy recorremos las calles y plazas de la misma ciudad que él transitó, tomamos mate en las montañas que utilizó para montar campamentos para el Gran Cruce de Los Andes. En Mendoza, San Martín proyectó y; sobre todo, concretó un sueño Latinoamericano: la libertad.

Siendo Gobernador Intendente de nuestra provincia nos conquistó con su sabiduría, destreza profesional y con el amor a la tierra. A partir de su llegada, los mendocinos empezamos a creer en el amor a primera vista. Con los años, supo posicionar a la población mendocina entre las más destacadas de la época por su desarrollo productivo e industrial y por su fuerte sentimiento de identidad y por colaborar en la evolución de un sistema de irrigación poco conocido.

El pueblo cuyano; actual Mendoza, San Juan y San Luis, dejó todo por esta causa y nadie se quedó afuera. Todo Cuyo quiso ser parte, donando una mula o un caballo, un portón y hasta bazar de hierro para ser fundido; otros simplemente ayudando con tiempo y trabajo; haciendo cantimploras con los cuernos de toro, secando al sol la carne salada para tener charqui para el viaje; o poniendo en función molinos para abatanar los uniformes; entre tantos ejemplos. Mendoza estaba lista para dar espacio a esa Libertad aclamada por las naciones hermanas.

Una empresa con 5.400 soldados, más de 12.000 animales (mulas, caballos, bueyes y ganado vacuno), artillería liviana; y de hasta 400kg, barriles de vino y agua ardiente, sistemas tecnológicos de montaje de la época (puentes, poleas, sostenes de cañones) son sólo ALGUNOS de los datos. Sorprende? Claro que sí! Porque debemos pensar que todo esto cruzó la Cordillera de Los Andes a 5.000 metros sobre el nivel de mar en dirección a Chile para enfrentar a unos de los ejércitos más respetables: España… Y todo en el 1817!!!

Transitar hoy los caminos andinos; muchos de ellos protagonistas de esta historia, nos lleva a entender que nada es tan simple como parece, que hubo un evento de conocimiento mundial único, irrepetible e INCOMPARABLE concretado en este lugar, que un minuto atrás, parecía ser desconocido: Mendoza.

Hoy, la República Argentina, Chile y Perú gozan de esa palabra tan valorada: LIBERTAD. Y fue gracias a este grupo de soñadores que hace 200 años atrás, decidieron hacer lo “imposible” para que sea “posible”.

Mendoza, San Martín y Los Andes son un tridente enclavado en el oeste Argentino, esperando para ser disfrutados; una conjugación especial que permite a los turistas formar parte de la historia, conociendo nuestra naturaleza, compartiendo nuestras raíces, saboreando nuestra gastronomía y conociendo nuestra esencia.

Te invito a sentirte mendocino por un momento y percibir el fuego Sanmartiniano en tu corazón.

Autor: Esteban Mondaca